Un hombre, oriundo de Sydney, se ha convertido en el primer australiano en ser congelado tras su muerte, con la esperanza de que pueda volver a la vida en el futuro.
La empresa especialista en criogenia, Southern Cryonics, anunció la semana pasada que logró llevar a cabo el primer procedimiento exitoso con seres humanos, por un valor de USD 170.000.
El hombre, que falleció a principios de este mes a los 80 años, fue denominado el “paciente uno” por el personal de la empresa.
¿En qué consistió el procedimiento?
Inmediatamente después de su muerte, el cuerpo fue trasladado desde la morgue del hospital hasta una sala funeraria, cubierto en hielo.
Luego, un equipo conformado por perfusionistas clínicos y un médico “trabajaron incesantemente durante 10 horas” siguiendo protocolos especiales para estabilizar el cuerpo.
“¡Nos complace anunciar nuestra primera suspensión criogénica con éxito con el paciente uno! Gracias a nuestro increíble equipo y a nuestros socios por su dedicación y celeridad. Sin dudas, es un hito importante para Southern Cryonics”, publicaron desde la empresa en X.
Tras enterarse del deterioro de la salud del paciente, los especialistas actuaron de manera rápida una vez que se declaró el fallecimiento el 12 de mayo.
Para llevar a cabo la estabilización, el equipo utilizó una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea de última generación, una variante de la máquina de by-pass cardiopulmonar utilizada en la cirugía a corazón abierto.
“Al paciente se lo colocó en un saco de dormir especial que se mantiene intacto en nitrógeno líquido. Luego, se le aplicó hielo seco para disminuir la temperatura corporal y se lo transportó a las instalaciones de Holbrook”, declararon desde la empresa.
Una vez colocado en una cámara de refrigeración, los especialistas utilizaron nitrógeno líquido para diminuir la temperatura corporal hasta alcanzar los -200 °C.
Portavoces de la empresa también aseguraron haber respetaron los protocolos desarrollados en colaboración con Aaron Drake, director ejecutivo de Arizona Medical Science.
¿Cuáles fueron las repercusiones del hecho?
Muchos científicos han expresado su preocupación respecto a las implicaciones éticas y los métodos utilizados en este proceso.
Aunque en la actualidad los biólogos son capaces de regenerar algunos cientos de células cultivadas en el laboratorio, resucitar a un ser humano sigue siendo un hecho de ciencia ficción.
“Sé que el mero hecho de descongelar algunas células en un tubo de ensayo y volver a darles vida es un proceso importante. Sin embargo, hacer eso con un cuerpo humano, que al fin y al cabo falleció por una razón, revertir el proceso y darle vida, es algo muy, muy lejano”, declaró Bruce Thompson, director de la Escuela de Ciencias de la Salud de Melbourne, en conversaciones con ABC News.
En cuanto a los productos químicos utilizados actualmente para conservar los cuerpos criopreservados, Gary Bryant, otro investigador en criogenia del Real Instituto de Tecnología de Melbourne, afirmó que son tóxicos, y que el proceso se parece más a un embalsamamiento que a un tipo de conservación.