Cada cuatro años en el calendario gregoriano se agrega un día adicional al calendario para sincronizarlo con el año solar, esto lo convierte en un año bisiesto (o día intercalar), y se agrega a finales de febrero, dándole 29 días en lugar de 28.
Pero, no siempre será año bisiesto cada 4 años, solo son años bisiestos aquellos que se pueden dividir entre cuatro, excepto si se pueden dividir entre 100, a menos de que sí se puedan dividir entre 400. ¿Ya te perdiste? vamos paso a paso, te explico.
El origen
En 1582 sucedió algo que cambió toda la historia, ya que el día siguiente al 4 de octubre no fue el 5 de octubre, sino el 15, se adelantaron 10 días, para ir acorde con los solsticios, ya que 1,600 años antes, el entonces emperador romano Julio César, creo el calendario Juliano para dar una solución definitiva al perder de vista los solsticios, como ocurría en el calendario romano.
Hay que tener en cuenta que para la vida, sobre todo agrícola, los equinoccios tienen relevante importancia para tener buenas cosechas, y a partir de ahí, se amplia a los ámbitos, sociales, económicos, y por tanto a los políticos y religiosos.
La reforma calendarica dejó un sistema de 365 días para un año, en donde cada cuatro se agregaría un día más, sin embargo, aún tenía un error de cálculo descubierto 1,600 años después, ya que los nuevos años bisiestos propuestos por Julio César, habrían recorrido los solsticios 10 días.
La iglesia se dio cuenta que los años bisiestos estaban desviando nuestros calendarios de los equinoccios, pues la celebración de la pascua se basa en el equinoccio de verano, por lo que promovió una reforma para corregir el desface, dando lugar al calendario Gregoriano en 1582.
Un nuevo calendario
El ciclo solar no dura 365 días exactos, de acuerdo con la Nasa, la duración exacta es de 365.2422. Lo cual rompe de tajo el calendario Juliano, ya que para que se cumpla a cabalidad la propuesta de añadir un día cada cuatro años, una vuelta al sol debería durar 365.25 días, pero no es así.
La innovación del nuevo calendario, además de añadir 10 días, prevé que cada año que es divisible entre cuatro es un año bisiesto, excepto los años que son exactamente divisibles por 100.
Sin embargo si son exactamente divisibles por 400 entonces si podrán ser bisiestos, es decir que cada 400 años tendremos tres excepciones al año bisiesto, por ejemplo los años 1,700, 1800 y 1,900 no contaron con 29 de febrero, pero el centenar anterior 1,600 así como el posterior 2,000 sí fueron bisiestos.
Dicho de otra manera, si dejáramos de aplicar el año bisiesto este 2020, para el año 2425 primavera comenzaría en junio, así que para entenderlo de manera visual, comparto un video realizado por James O’Donoghue, investigador de la NASA:
Al cambiar la velocidad de rotación de la tierra, para asignarnos la duración de los días, y no ser perfectos con su número al rodear por completo al sol, algún día se tendrá que hacer un nuevo ajuste.
