La falta de ingesta de alimentos durante la mañana, principalmente, ha ocasionado que niños y jóvenes sean prospectos al síndrome metabólico; es decir, a modificaciones en el metabolismo debido al cambio de alimentación, lo que ocasiona mayor vulnerabilidad de presentar obesidad y otras enfermedades.
En el caso específico de los menores, esta situación se presenta debido a que acuden a las escuelas sin antes ingerir alimentos siendo éste uno de los cinco alimentos más importantes que deben realizarse durante el transcurso del día según indicó la estomatólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Clara Contreras.
“Las horas prolongadas sin alimentos desequilibra el consumo de energía y entonces, la energía que se tiene de reserva para el organismo se va haciendo más grande porque el cuerpo busca reservar por esas horas que no comemos, entonces ese cúmulo va haciendo que nuestros niños, nuestros adultos, se hagan obesos”.
En este sentido refirió que debido al ritmo de vida acelerado, nuestros alimentos son sustituidos por golosinas u otros alimentos que no proporcionan la cantidad suficiente de energía para el cuerpo ocasionando la modificación en nuestro metabolismo.
Sumado a esto, falta de ejercicio y el sedentarismo, en las oficinas y aulas escolares, da como resultado el incremento de peso, obesidad, lo que podría desencadenar otras enfermedades del tipo no transmisible.
Si bien los adultos presentaban estos síntomas debido a otros factores en su salud, como presión alta o altos niveles de glucosa, en los menores se debe a la falta de alimentos durante las mañanas, es por ello que recomienda a los padres de familia acudir con especialistas a estudios preventivos de glucosa y triglicéridos si el menor presentase un peso mayor al que pudiera aparentar su masa muscular.
Por otra parte, también recomendó no basarse en alimentar con exceso de fruta a los menores, ya que si este presenta un nivel alto de glucosa en la sangre, podría acrecentar los síntomas de este síndrome metabólico.
