Los marcapasos utilizan señales eléctricas que reciben a través de unos cables, lo que hace que el corazón del paciente mantenga un ritmo constante, aunque los cables pueden generar algunas complicaciones como sangrado e infecciónes.
Científicos de la Universidad Rice en Houston, Texas y el Instituto del Corazón de Texas, en Estados Unidos, diseñaron un marcapasos inalámbrico que puede implantarse directamente en el corazón del paciente.
El prototipo de marcapasos recibe energía de manera inalámbrica a través de la radiofrecuencia enviada por una unidad de batería externa, la cual puede estar a varios centímetros de distancia.
El chip del sistema tiene menos de 4 milímetros de ancho, tiene una antena receptora, una unidad de administración de energía y una señal de activación de estimulación.
La placa de circuito en la que están el condensador y un interruptor, es más pequeña que una moneda de diez centavos de dólar.
Las frecuencias de las señales de estimulación producidas por el marcapasos pueden aumentarse o disminuirse, ajustándose hasta alcanzar el umbral predeterminado.