Desde hace años existe consenso científico en torno a la idea de que el consumo abusivo de azúcar está vinculado con la aparición de enfermedades cardiovasculares, así como de diabetes y obesidad.
Muchas autoridades sanitarias abogan por aumentar los impuestos a los productos azucarados para disminuir su consumo y prevenir un buen número de patologías comunes. De hecho, en Cataluña ya existe este gravamen especial desde el 1 de mayo de 2017.
Sin embargo, lo que no se ha llegado a establecer claramente es la relación entre la aparición de estas dolencias y el consumo de edulcorantes artificiales, presentes sobre todo en productos catalogados como light. Hasta ahora.
Científicos del Colegio Médico de Wisconsin han compartido los resultados de un estudio recienteacerca de este tema en la Conferencia Anual de Biología Experimental. Su investigación concluye que el consumo abusivo de edulcorantes no calóricos, como el aspartamo y el acesulfamo de potasio, está vinculado a la aparición de diabetes y obesidad en un grado similar al del consumo excesivo de azúcar.
El experimento, realizado con dos grupos de ratas sometidas a dosis elevadas de ambos tipos de sustancias, arrojó resultados parecidos en los dos casos: tanto los roedores con niveles altos de azúcar como los que presentaban niveles altos de edulcorantes no calóricos desarrollaban un deterioro anormal del endotelio de los vasos sanguíneos.
¿Quiere decir esto que es lo mismo consumir azúcar que edulcorantes?
No necesariamente. Los investigadores matizan que los procesos metabólicos experimentados por cada grupo de ratas era bastante diferente, a pesar de que en ambos casos se llegara a un desenlace similar en cuanto al desarrollo de enfermedades.
Aun así, los autores del estudio previenen de las posibles consecuencias negativas de un consumo abusivo de productos como refrescos light. Este descubrimiento vendría a confirmar que simplemente sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales no previene la diabetes y la obesidad, dos de las epidemias mundiales en auge en pleno siglo XXI.