A menos de 100 días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, el programa En la intimidad del deporte, dedicó su emisión semanal a una de las disciplinas que ha dado grandes alegrías al deporte mexicano, los clavados.
Con la presencia de la medallista olímpica en Beijing 2008, Tatiana Ortiz, y el entrenador nacional Stefan Marinov Diankov, los cibernautas conocieron los pormenores de esta disciplina que, en el programa olímpico, se compite en trampolín de tres metros y plataforma de 10 metros, en las modalidades individual y sincronizado.
Stefan Marinov compartió cómo fue su inicio en el deporte de los saltos ornamentales, y recordó que en 1991 arribó a México, como entrenador de gimnasia y dijo que su idea era desarrollar la acrobacia de grupo, pero al no ser un deporte olímpico se decidió por los clavados.
“Un deporte que no es tan acuático como se piensa, ya que las ejecuciones se realizan en el aire y culmina en el agua, comparte elementos con actividades artísticas como el ballet y la gimnasia, con la diferencia de que los gimnastas culminan de pie y los clavadistas de cabeza”, dijo.
Integrante del equipo olímpico mexicano desde 1991, cuando se incorporó como preparador físico, destacó que la complexión física de los mexicanos es la apropiada para practicar este deporte, y en general se cuenta con la habilidad, por lo que se ha podido desarrollar la disciplina.
Diankov ha trabajado con clavadistas como Jesús Mena, Fernando Platas, Joel Rodríguez, María José Alcalá, Jashia Luna y Tatiana Ortiz, entre otros. Actualmente trabaja con Yahel Castillo, una de las cartas fuertes de México en Tokio.
Por su parte “Tatis”, como se le conoce a Tatiana Ortiz en el medio, recordó que inició a los siete años en los clavados, con cuatro previos en gimnasia y natación, como fue su paso por la Olimpiada Nacional, hasta su arribo al podio olímpico.
Agregó que entre las condiciones que debe poseer una deportista de élite está la convicción y la concentración para afrontar los momentos decisivos de la carrera deportiva.
La medallista que alcanzó el bronce externó que “representar al Estado de México es un orgullo extra, ya que la mayoría de los medallistas olímpicos en clavados han sido mexiquenses” y rememoró la emoción que sintió en diversos momentos representando al estado, desde que recibía su uniforme, hasta cuando fue recibida por el Gobernador luego de su participación olímpica.
“Los mexicanos somos punta de lanza, siempre en los primeros lugares, compitiendo contra las grandes potencias y es un honor ser parte de la familia acuática y sobre todo de los clavados”, concluyó.