Independientemente de que se cumpla o no la fecha de entrega de la obra que constituye al tren México-Toluca, las autoridades federales, estatales y municipales deberían ir pensando de qué manera hacer lucir las columnas que soportan al tren.
Entre las muchas ideas que podrían surgir está la de convocar a los grafiteros de la ciudad a que expresen de manera libre y creativa sus dibujos e ideas; su cultura y arte.
Hasta ahora lo que podemos ver son, tanto en columnas como trabes, códigos o marcas para hacer presencia, establecer o delimitar territorio y con ello estatus o poder que parecieran dar indicios de vandalismo.
El grafiti ha estado presente en los trenes de Estados Unidos desde los años 70 y en ciudades europeas como Barcelona y Londres a partir de los 80’s. Su espacio es inclusive de alta demanda.
En torno al nuevo tren que partirá de Toluca podría cederse a los grafiteros su decoración con paisajes, rostros, trazos diversos y textos en lugar de permitir que el vandalismo callejero se apodere de sus soportes.