En una escena que pareció salida de una película de travesuras infantiles, un chico de 10 años quedó con la lengua pegada a un poste del alumbrado.
El niño, que no fue identificado, dijo luego a la policía que un compañero de cuarto grado le había retado a que lamiera el poste el miércoles por la noche.
La temperatura en la zona era de 12 grados bajo cero (10 grados Fahrenheit) a esa hora.
Antes que llegara la ambulancia, el niño pudo liberarse de un tirón, y los paramédicos sólo tuvieron que explicarle a su madre cómo tratar su lengua sangrante.
Una película de 1983, »A Christmas Story», relata un hecho idéntico.