Hoy rinde protesta como gobernadora constitucional del estado de México, Delfina Gómez Álvarez, una mujer que hace historia por su género, haber sacado al PRI del gobierno y lograr 52 por ciento de votación. La militante del partido Morena y predilecta del presidente de la república llega al poder con la simpatía de que se hará cargo de las clases menos favorecidas, la corrupción institucional y austeridad, banderas que ha enarbolado Andrés Manuel López Obrador y de lo que se presume que replicará aspectos de su gobierno.
Es licenciada en Educación Básica por la Universidad Pedagógica Nacional y tiene dos maestrías. Comenzó su carrera como profesora y después se convirtió en subdirectora auxiliar de Proyectos de la Secretaría de Educación del Estado de México y posteriormente directora escolar en la misma dependencia. Fue presidenta de Texcoco, diputada federal, excandidata a gobernadora, senadora, delegada de programas del bienestar y secretaria de Educación. Es de origen humilde y prometió ser honesta.
La nueva gobernadora se viene a vivir a la capital mexiquense y desde aquí deberá formular, ejecutar y evaluar un Plan Estatal de Desarrollo que integre a todos los sectores de la sociedad. Su labor no será fácil tomando en cuenta que gobernará al estado más poblado del país, con grandes contrates socioeconómicos, políticos y culturales, pero que buscó hacerlo, así que no valen las quejas ni búsqueda de culpables o de gobernar para unos cuantos, llegó el momento de empezar a dar muestras de conocimiento, capacidad y resolución.