Artesanas y artesanos mexiquenses aprovechan los recursos naturales como la palma, para crear cestería, paneras, canastas, tapetes, dulceros, tortilleros, porta vasos y todo lo que su imaginación les permite con la técnica de tejido entrelazado y trenzado.
Las fibras vegetales están relacionadas con el arte popular de la entidad, además de ser una de las ramas artesanales milenarias que aún prevalece, gracias a que las y los artesanos han heredado el conocimiento de sus antepasados y los replican a las nuevas generaciones.
Justina Medrano Valdez es una maestra artesana de ascendencia otomí, originaria de San Pablo Autopan, que desde pequeña aprendió a tejer con su familia.
“Realizo palma, fibra vegetal, tengo mi taller que se llama “Manitas mágicas” porque trabajamos con las manos, la palma nosotros la procesamos y la pintamos con las manos, desde pequeña aprendí este trabajo que me enseñaron mis abuelos y mis papás”, explicó.
Este tipo de artesanía es una actividad que se trabaja a mano y el proceso de elaboración lleva varios días desde su preparación hasta poder obtener una pieza finalizada. La artesana adquiere su materia prima en San José Chalmita, Tenancingo y es cuando inicia la magia de la transformación.
“Después de que compramos la palma, me encargo de azufrarla y secarla en un horno, porque cuando la adquirimos está verde, ya hasta el otro día se seca, la sacamos y la empezamos a rajar, vamos escogiendo la de color blanco y la que se va a prestar para pintar en varios colores”, mencionó.
Con sus hábiles manos procede a trabajar y moldear la palma hasta convertirla en artículos tradicionales y decorativos, el tiempo para crear una pieza depende del tamaño, los dibujos que realiza son los que surgen de su mente como estrellas y flores.
“La verdad me siento muy contenta porque aprendí este trabajo y me divierto, nunca pierdo mi tiempo porque lo ocupo para sentarme a elaborar mis artesanías y me gusta, amo mi trabajo”, finalizó. El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM), sigue impulsando el desarrollo de las y los artesanos, buscando espacios para comercializar los productos a través de las Tiendas de Artesanías Casart y ventas de temporada.