Como parte del ciclo de conferencias “Historia de Toluca”, que organizan en coordinación el Archivo Histórico del Estado de México y el Archivo Histórico Municipal de Toluca, se presentó la ponencia “Miguel Salinas Alanís, la escritura como recuperación” a cargo del doctor Francisco Javier Beltrán Cabrera, mexiquense que es un orgullo para las letras de la entidad ya que es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Beltrán, maestro de la Facultad de Humanidades de la UAEMéx, durante los últimos 31 años, quien fue miembro del Centro Toluqueño de Escritores, encargado de la Dirección de Divulgación Cultural de la máxima casa de estudios, de 2002 a 2006, investigador especializado en poesía y filología, presentó importantes datos biográficos, algunas publicaciones de Miguel Salinas y realizó un relato de viaje a la fuente del Lerma.
El contexto en el que se ubicó esta ponencia fue el periodo que va desde que Benito Juárez asume la presidencia de la República, la Intervención Francesa y el año en el que Maximiliano acepta el trono de México. Compartió que el lugar de nacimiento de Miguel Salinas que se tiene registrado es el que se localiza en la esquina de las calles Independencia y Rayón en el año 1858, siendo su nombre completo José Eulalio Miguel de la Santísima Trinidad.
Por cuestiones de estudio y trabajo, la vida de este insigne personaje se divide entre los estados de Morelos, México y la Ciudad de México; ocupó cargos importantes como la Dirección de Educación Pública del Estado de Morelos de 1909 a 1912, la Secretaría del Museo Nacional de Historia y Arqueología y la jefatura de clases de lengua y literatura españolas en la Escuela Nacional Preparatoria.
Beltrán Cabrera expresó que Miguel Salinas cuenta entre su legado con algunas publicaciones como: Gramática inductiva de la lengua castellana que vio la luz en 1910 y de la que se han hecho 21 ediciones completando un total de 250 mil ejemplares; éste es un libro sobresaliente en la enseñanza del español; en 1922 Ejercicios lexicológicos para el aprendizaje de la lengua castellana, con 25 ediciones; en 1927 Datos para la historia de Toluca en el que se deja ver que es un historiador en sentido riguroso, pulcro, retórico, que cumple con el principio de objetividad y quien siempre estuvo bien documentado y en 1929 Sitios pintorescos de México que deja ver el pensamiento de Salinas. Además, en 1934 ingresó a la Academia Mexicana de Historia, a la Academia Mexicana de la Lengua y a la Sociedad Científica Antonio Alzate, momento importantísimo en su vida pues se le reconoce como historiador, escritor y científico a los 76 años de edad.