Así como las redes sociales han sido usadas con fines delictivos también están sirviendo a objetivos científicos. Y es que en la Universidad de Guadalajara un grupo de estudiantes está diseñando un programa informático para obtener algoritmos de conductas suicidas en jóvenes.
El programa parte del aumento de casos de violencia, bullying y acoso que ocurre principalmente en Facebook y Twitter a donde se tiene más fácil acceso.
A partir de la detección rápida y oportuna de situaciones de riesgo, la idea es canalizar a adolescentes y jóvenes con profesionales médicos entre los que podrían encontrarse a sicólogos y/o siquiatras. Así, se prestaría especial atención a datos y/o hechos que aporten al reconocimiento de un estado depresivo.
Internet y las redes sociales siguen haciendo de las suyas entre y para los usuarios en riesgos de delitos y críticas destructivas pero no deja de haber un sector como el académico que intenta promover en los jóvenes su integridad personal y sobrevivencia.
Escucha aquí a Patricia Maldonado ->