Las ventas de bolsas de plástico y recipientes de unicel han disminuido en proporciones que van del 10 y hasta el 80 por ciento, según lo que registran negocios especializado en Toluca, a tres meses de la disposición del Bando Municipal que prohíbe la gratuidad de estos productos en los establecimientos comerciales.
A pesar de éstas pérdidas, la mayoría de los dueños de los locales que se dedican a la venta de estos productos ven un efecto positivo (Foto: Juan Carlos Vázquez). 
Amparo Fuentes, dueña de uno de los establecimientos del Mercado Morelos pide a las autoridades vigilar (Foto: Juan Carlos Vázquez).
A pesar de la disminución en sus ventas, los dueños de los locales que se dedican a la venta de estos productos ven un efecto positivo en esta medida a largo plazo que, dicen, ayuda a reducir el daño ambiental y a tener una mejor calidad de vida, sobre todo, para sus hijos.
En un recorrido a diferentes negocios en el Mercado Juárez, en el Mercado Morelos y establecimientos comerciales de la ciudad de Toluca, se observaron letreros que informan sobre la medida del gobierno local en la que se especifica la prohibición de regalar bolsas de plástico o unicel, no así su uso y venta en las unidades económicas del municipio por lo que estás tienen un costo de uno o hasta 5 pesos.
Sin embargo, en los negocios al interior del Mercado Morelos existen establecimientos que, por no perder la venta, continúan ofreciendo bolsas de plástico a sus consumidores, de manera gratuita, mientras que en la otra parte de los negocios que acatan está indicación, las personas optan por no comprar el resto de los productos que ya habían seleccionado.
En este sentido, Amparo Fuentes, dueña de uno de los establecimientos del Mercado Morelos pide a las autoridades vigilar que se cumpla con la normativa para evitar conflictos entre los comerciantes establecidos.
«Yo diría que si siguiera y que aparte se vieran a dar una vuelta porque aquí nos llegó eso de que ya no demos bolsa y hay otros compañeros que, con tal de vender, bolsas y bolsas».
Y aunque el costo por bolsa puede ser elevado, Irma Gómez, dueña de otro negocio en este mismo mercado, señala que insisten en adquirirlo para llevar sus productos, aunque reconoce que la mayoría de las personas hacen conciencia y evita la compra de estos productos plásticos y del unicel.
«Hay mucha gente inconsciente que prefieren pagar si te piden una bolsa. El costo extra no les interesa».
En el caso del Mercado Juárez, algunos establecimientos optaron por adquirir rápidamente productos similares, pero hechos a base de fécula de maíz, a pesar de que esto representa un gasto de hasta dos veces más que el costo de unicel.
Tal fue el caso del negocio de Ana Palmenia, dueña de un negocio en el Mercado Juárez quien registró una pérdida solo del 10 por ciento en sus ventas.
«Ya tenemos productos biodegradables. Ya tenemos contenedores de fecula de maíz que son 100 por ciento biodegradables. Tenemos bolsa ecológica, ya para que sea un daño menor a la atmósfera. Eso nos ayuda a que nuestras ventas no disminuyan mucho».
Por el contrario, Jonathan de la Vega, dedicado a la venta de plásticos y unicel en este espacio argumenta que el problema de contaminación se debe a la ciudadanía y la falta de cultura de separación de residuos orgánicos e inorgánicos, por lo que la medida no es benéfica para ellos y su economía.
«Yo creo que la problemática mayor es de la población que, al final del día, el plástico no es el que causa el grave problema de contaminación que tenemos, sino la falta de cultura de separar los residuos que se pueden reciclar».
Asimismo, Federico, propietario de un establecimiento en la ciudad de Toluca quien considera, incluso, que la prohibición de estos productos se debe más a una moda que a un verdadero cambio social. Por ello recomiendan al gobierno de Toluca invertir en mayor educación para evitar este tipo de medidas.
Todos coinciden en que que el producto que ha tenido mayor rechazo por la ciudadanía a partir de esta medida del gobierno municipal es el unicel, pues algunas personas acuden a los mercados con recipientes de plástico para llevar sus productos, además de que optar por otros productos como cartón o la fécula de maíz genera un gasto mayor a los locatarios.
