Unos 200 delfines fueron rescatados hoy tras quedar varados durante la madrugada en las costas de la región norte de Filipinas frente a la bahía de Manila, informaron las autoridades.
Decenas de pescadores y voluntarios trabajaron durante horas para empujar a los mamíferos hacia aguas más profundas para que no se asfixiaran, según el Departamento de Pesca y Fauna Marina, Malcolm Sarmiento.
El fenómeno tuvo lugar cerca de la localidad costera de Pilar en la provincia de Bataan, unos cien kilómetros al norte de la capital, cuyo gobernador, Enrique García, inicialmente elevó a 500 la cifra de animales atrapados.
Tres ejemplares –dos hembras embarazadas y una cría de apenas un mes de vida- fueron hallados muertos a menos de un kilómetro de la costa con agua en sus pulmones, y uno de ellos quedó al parecer enzarzado en una red de pesca, según los científicos.
Finalmente, no tuvo que intervenir la Guardia Costera para sacar de allí a los animales, como había solicitado el gobernador.
El jefe del BFAR atribuyó el fenómeno a un probable maremoto de escasa magnitud pero que afectó a los sistemas acústicos de orientación de los delfines, que huyeron a aguas menos profundas para escapar del cambio repentino de presión.