De acuerdo con información de la Agencia ID, la Universidad de Southampton, Inglaterra, ha descubierto que el cobre puede actuar de manera eficaz en la prevención de enfermedades respiratorias propagadas por un virus relacionado con el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) y el síndrome respiratorio Oriente Medio (MERS), por sus siglas en inglés.
Los coronavirus de origen animal que afectan a humanos, tales como el SARS y MERS, resultan en infecciones graves con una elevada mortalidad. Diversos estudios sobre los coronavirus, explican que el virus que afecta a los humanos es el denominado 229E, mismo que permanece infeccioso en varias superficies por varios días, pero puede ser destruido rápidamente en superficies de cobre antimicrobianas.
Mientras que de humano a humano la transmisión es importante, las infecciones pueden ser contraídas por tocar superficies contaminadas por gotitas provenientes de individuos infectados, o contacto táctil, dando lugar a una amplia propagación. Sin embargo frente al cobre antimicrobiano, el coronavirus se inactiva rápidamente dentro de unos pocos minutos.
Al estar expuesto al cobre, el virus es destruido de manera completa e irreversiblemente, llevando a los investigadores a la conclusión de que las superficies de cobre antimicrobiano pueden emplearse en zonas comunes, en reuniones masivas ayudando a reducir la propagación de virus respiratorios y proteger la salud pública.
Se encontró que el coronavirus humano, fue rápidamente desactivado de forma permanente al entrar en contacto con el cobre. Es más, el genoma viral y la estructura de las partículas virales fueron destruidas, eliminando cualquier posibilidad de infección. Con la falta de tratamientos antivirales, el cobre ofrece una medida de prevención que puede ayudar a reducir el riesgo de propagación de estas infecciones.