Cada año el 21 de septiembre se conmemora el “Día del Alzheimer”, enfermedad que afecta la memoria especialmente a personas adultas mayores de 65 años de edad.
El doctor Guillermo Espinosa Fuentes, coordinador de Investigación y Enseñanza de la Unidad de Medicina Familiar UMF 222 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, menciona que por definición, el Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa debilitación, desorientación y una eventual muerte intelectual, además de la afectación a las neuronas y deterioro cognitivo de las habilidades del pensamiento.
Este padecimiento atraviesa por varias etapas, en la primera los síntomas suelen pasar desapercibidos, ya que se asocian con descuidos comunes como olvidar dónde se ha dejado objetos personales, no recordar números telefónicos o fechas; no obstante, en etapas avanzadas normalmente se acompaña de alteraciones emocionales, agresión, temor, delirio, depresión y poco o nulo reconocimiento de quienes rodean al paciente.
El doctor Espinosa Fuentes mencionó que en las fases terminales, el deterioro es severo; la memoria está tan dañada que las personas que no son capaces de realizar tareas tan básicas como alimentase o ir al baño, situación que se vuelve peligrosa para el paciente y muy desgastante para los familiares.
Resaltó que es importante que el tratamiento de los enfermos con Alzheimer se otorgue de manera integral tanto al paciente como a la familia, especialmente a quien cuida del enfermo, ya que psicológica, física y afectivamente representa un gran reto.
Existen formas de evitar o reducir la aparición de signos de deterioro mental, llevando una vida activa, evitar alcohol y tabaco, practicar actividades que requieran de concentración como leer, resolver crucigramas, cambiar frecuentemente de rutas para ir al trabajo o la escuela y mantener un vida social activa que permita la interacción continua con nuevas personas.