En una época de muchos cambios, la vida política actual, está diseñada para la participación de los jóvenes, y parte de ello es gobernar, dónde todo acto de gobierno es comunicativo, por lo tanto, comunicar es gobernar, así lo afirmó el director general del Instituto de Políticas Públicas del Estado de México y sus Municipios (IAPEM), Arturo Huicochea Alanís, durante la presentación de la nueva edición de la revista del Instituto, en el que se hace un análisis de la comunicación de los gobiernos locales durante la pandemia.
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En esta edición participaron investigadores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, relacionados con el tema, al respecto, Edith Cortéz dio a conocer que durante el confinamiento el trabajo colaborativo fue muy importante, a pesar de las dificultades para la realización de las entrevistas, y el análisis de información de los 125 municipios, donde la población encontró la pérdida de empleo, pero en algunos municipios continuaban con alto movimiento, y donde la pandemia saco a relucir el alto grado de violencia doméstica que existía.
Respecto a la relación gobierno-ciudadanos encontraron que en el tema de educación, se pasó de lo presencial a lo virtual y el uso de las nuevas tecnologías, lo cual fue un reto.
En salud, las campañas de prevención, no fueron necesariamente las más atinadas como aquellas en las que se podía leer frases como “prefieres estar en casa o en una caja”. Por ejemplo, un dolor de muela por falta de información verídica, se debía tolerar para que no acudiera al médico, pues se creía en varios casos extremos que se le diagnosticaría con la nueva enfermedad.
Además, los grupos vulnerables, no podían detener sus actividades ya que dependían de sus actividades para el sustento diario y debían estar activos.
Y en la zonas rurales sin señal de televisión y sin la cobertura de la radio, no tuvieron la posibilidad de atender las a clases, aunado a que tampoco contaron con la tecnología para enviar sus evidencias.
En su estudio, encontró que los espacios se tuvieron que adaptar, sin embargo, hubo integrantes de la familia que quedaron fuera de ello, pues en casa se debió adaptar un espacio para el jefe de familia quien acondicionó un espacio propio, los hijos tenían un espacio para la escuela, pero la madre de familia no lo tuvo.
Entonces, la comunicación de los municipios y los ciudadanos tenía que ser fundamental, sin embargo, se encontró que las redes no son el medio más efectivo para transmitir los mensajes. Y que la comunicación directa, cara a cara seguía siendo fundamental, de esa manera había mayor credibilidad de las personas que recibían información directa en los ayuntamientos.
Por su parte, el investigador Lenin Martell, afirmó que no fue fácil trabajar el proyecto, ya que las entrevistas para los estudios se realizaron en línea, los investigadores se reunieron de manera virtual sin conocerse, y con los datos se tenía que trabajar, sin saber hacia dónde construir el proyecto.
Afirmó que mientras los esfuerzos se enfocaron en muchos temas, nadie analizaba la vertiente de la comunicación al respecto, a pesar de que en todos los países se encontraban en la misma crisis. Por lo que al analizar qué ocurría en el mundo en cuanto a la comunicación, su estudio encontró que la comunicación fue fundamental para el tratamiento de la pandemia.
¿Qué ocurría con los países exitosos?
En Finlandia, la primera ministra Sanna Marin aplicó sus habilidades de comunicación y logró hacerlo de manera eficiente con su pueblo. Lo mismo ocurrió en Alemania con Angela Merkel, quienes empezaron a desarrollar estrategias de comunicación efectivas.
Sin embargo, lo contrario ocurrió en La India, Estados Unidos, Brasil y también en México, donde la comunicación con la ciudadanía no tuvo la repercusión que esperaban los gobiernos; países que han tenido de las peores cifras de decesos durante la pandemia.
Por lo cual, la situación se tiene que analizar a través de la comunicación evolutiva, que tiene que ver con la adaptación y la supervivencia: comunicación-cooperación. Y por lo tanto, aún existe una necesidad de un modelo de comunicación en crisis, ya que con prejuicios, hay odio.
En su momento Sergio Alejandro Mendoza, integrante del Iapem, dio a conocer que tras recopilar datos, recuperaron las acciones de lo que hicieron los entes de gobierno en sus diferentes niveles para tratar de mitigar la pandemia, enfocándose primordialmente en los municipios.
Resaltó que la pandemia no solo trajo aspectos negativos, ya que también mejoró los canales de comunicación de los gobiernos municipales. El cambio de paradigma se dio con el intercambio de información, en el que participaron instituciones y Asociaciones como el El Cide, México como vamos, Coneval e Inegi.
Aquí los municipios emprendieron diferentes acciones como:
- Entrega de paquetes sanitarios
- Línea contra la violencia
- Líneas de rehabilitación de adicciones
- Desinfeccción de espacios públicos
- Separación de residuos
- Promoción de consumo local
- Seguir recomendaciones federales (semáforo epidemiológico)
Pero, ¿cómo eran comunicadas estás acciones a los ciudadanos ante el condimento?
Los servidores públicos empezaron a hacer uso de las redes sociales, ya que antes se realizaba a través de una solicitud (oficio), pero no siempre era contestado o bien la respuesta no era satisfactoria para el ciudadano; y la comunicación se trasformó en el engranaje de Ciudadano-red social- gobierno, con lo cual las autoridades dieron respuesta a través de las redes sociales, que llegaron para quedarse.
Entre los casos de éxito se encuentran Amecameca, donde existe una aplicación con varias acciones para solucionar las demandas de los ciudadanos y las respuestas del gobierno.
En Metepec también hay una App, dónde el ayuntamiento recibe de la ciudadanía quejas de servicios públicos.
Nicolás Romero da respuesta a más de 14 servicios públicos casi de manera inmediata, a diferencia de que antes tardaba 3 o 4 días o bien, se les olvidaba. Hoy es uno de los municipios más transparentes, afirmó.
En conclusión, anteriormente las redes eran de entretenimiento, privado y personal, que cambiaron con la pandemia y se convirtió en un espacio público, sin embargo, hace falta ahora, estar mejor informados para ejercer una discusión pública.
En ese sentido, la Doctora Patricia Maldonado resaltó que las noticias falsas (Fake news), tuvieron un papel trascendente en la desinforman, pero estas, no son las únicas en causar este efecto, ya que también lo hace la propaganda política.
Al surgir mucha información se presentaron fenómenos variados en la entidad y sus municipios, pues vivir en la sociedad de la información, con cerca de 2 millones de personas conectadas al internet, las personas son más susceptibles a la desinformación, como ocurrió principalmente a través de las cadenas de WhatsApp.
Pero, ¿Cómo enfrentaron los municipios las noticias falsas? en su mayoría afirmó la Doctora en Comunicación, no supieron cómo actuar, por lo que es importante que se integren sugerencias para dar soluciones.
Y es que si bien las administraciones municipales optaron incluso por métodos tradicionales de comunicación como el perifoneo para hacer llegar la información, las personas que tuvieron acceso a la desinformación consideraron que lo que se mencionaba por parte de las eran mentiras y que sólo querían engañar a la población.
Finalmente, concluyeron en que es importante emprender acciones de reacción ante emergencias, pues hoy las juventudes no logran diferenciar la información de fuentes confiables y hacen falta de políticas, para que los influencer revisen la información, pues contrario al dicho de que ‘por fin hay libertad de expresión’, olvidan que esta también esta tiene límites.
Cabe señalar que la revista del Iapem nació en 1973, y es la más antigua que se mantiene vigente enfocada a la política en el país, hoy en su edición número 112, también tiene su versión digital tras 49 años, y donde el 70 por ciento de sus contenidos están enfocados a los temas políticos del estado de México.