El pasado martes 8 de abril se cumplió el centenario de la maestra Rosaura Hernández Rodríguez (1925-2010), profesora-investigadora emérita de El Colegio Mexiquense, creadora de las mesas itinerantes y autora de dos de los primeros libros que dieron noticia cierta del pasado antiguo de Toluca y de algunos acontecimientos del inicio de la Colonia.

El presidente de la institución, Raymundo César Martínez García, se refirió a la huella que dejó la historiadora, quien desde un año antes de que se constituyera El Colegio Mexiquense, en 1985, se incorporó al proyecto de creación y luego formó parte de él hasta prácticamente su fallecimiento.
Además de destacar que hasta la fecha es la única integrante del claustro académico que ha recibido el emeritazgo, se refirió a la fecunda de idea que tuvo y ejecutó de las mesas itinerantes, encuentros entre investigadores de El Colegio Mexiquense y de otras instituciones con pobladores y cronistas de los municipios de la entidad, para que los primeros expongan trabajos sobre la historia y el presente, y los segundos compartan información que solo ellos poseen. La más próxima será la dedicada a Temoaya, este jueves 10 de abril, a partir de las 10 de la mañana.
Este esfuerzo ha permitido la publicación de 34 libros de la colección «Cuadernos municipales», en la que se incluyen los tres títulos más recientes, a saber: Ecatepec, Jiquipilco -presentado en esta fecha en la cabecera de ese municipio- y Tejupilco, que será presentado en las próximas semanas en conmemoración del bicentenario de esa tierra.
Rosaura Hernández Rodríguez publicó El valle de Toluca. Época prehispánica y siglo XVI y Toluca 1603. Vista de ojos, que abrieron brecha en el estudio analítico del pasado de la hoy capital del estado de México.
Nació en Toluca, el 8 de abril de 1925, inició su preescolar en el jardín de niños anexo a la Normal de Señoritas, siguió su formación en la Ciudad de México, al paso de los años se formó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, entre 1955 y 1977 trabajó en el Instituto de Investigaciones Históricos de la misma universidad, fue profesora de la Universidad Autónoma del Estado de México desde 1966 y en 1986 se integró al entonces Centro de Estudios Históricos de El Colegio Mexiquense.
El 2009, El Colegio Mexiquense le otorgó la distinción de profesora-investigadora emérita.