¿Sabes qué es el aspirado de médula ósea y cuándo se emplea?

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Recientemente, un estudio de investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, notifica que la combinación de dos técnicas mínimamente invasivas permite predecir el riesgo de recaída tras tratamiento en pacientes con mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la sangre, sin recurrir a los aspirados de médula ósea (en el interior de los huesos), y gracias al estudio de la enfermedad mínima residual en sangre periférica.

El aspirado de médula ósea, una técnica por la que se extrae líquido del hueso, concretamente, «sangre medular mediante una punción medular con un trócar (Foto: Especial).

Hoy en día estos pacientes han mejorado notablemente su esperanza de vida, e incluso en algunos casos se puede optar a la curación de la enfermedad, gracias a que los tratamientos se individualizan y centran en el estudio de la enfermedad mínima residual, que se hacen en la médula ósea, «un procedimiento poco factible si se ha de realizar muchas veces ya que es invasivo y doloroso para el paciente».

El doctor Bruno Paiva, codirector del Programa de Hemato-Oncología del Cima, integrado en el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, en una entrevista destaca que el significado de este avance médico logrado es triple y todo ello centrado en mejorar la vida de los pacientes. Así, detalla que se logran:

  1. Disminución del número de aspirados de médula ósea con consecuente mejoría en calidad de vida de los pacientes.
  2. A través de la sangre periférica se puede monitorizar la enfermedad de forma más frecuente, lo cual aporta beneficios a la hora de definir el pronóstico de los pacientes.
  3. La detección de la enfermedad mínima residual en la sangre periférica parece ser más especifica que la de médula ósea a la hora de identificar pacientes con ultra alto riesgo de progresión, lo cual podría ser clave para anticipar una nueva línea de tratamiento antes de la recidiva clínica y agresiva del tumor.

Qué es el aspirado de médula ósea

Con ello, preguntamos a este especialista en qué consiste el aspirado de médula ósea, una técnica por la que se extrae líquido del hueso, concretamente, «sangre medular mediante una punción medular con un trócar, una aguja gruesa».

Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, este procedimiento suele realizarse en el hueso del esternón, de algún hueso de la cadera, o del hueso que hay en la zona del muslo. A este respecto, el doctor Pavía precisa que esta prueba habitualmente se realiza en la cresta iliaca (borde superior hueso de la cadera) o en el esternón.

«Se adormece un área pequeña y la superficie del hueso con un anestésico. Se introduce en el hueso la aguja y se extrae una muestra de líquido de la médula ósea, que posteriormente se observa en el laboratorio», remarca el Instituto del Cáncer estadounidense.

En qué casos se emplea

Según explica el especialista del CIMA, el aspirado de médula ósea suele ser una muestra «imprescindible» para el diagnóstico diferencial, el estadiaje, y la evaluación de la eficacia del tratamiento en muchas neoplasias hematológicas.

¿Deben prepararse específicamente los pacientes para ella? Este doctor afirma que no requiere una preparación específica. «Tan sólo estar preparados, pues al tratarse de un procedimiento más invasivo que una extracción de sangre periférica es más doloroso», añade.

Sobre los principales riesgos de esta técnica, el investigador del CIMA sostiene que generalmente las obtenciones de estas muestras no suponen un riesgo para la salud. «Sin embargo, en ocasiones se pueden presentar efectos adversos como la aparición de un hematoma o molestias en la zona de punción», apostilla.

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