Cuando el hoy gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo Maza, presentó su propuesta de entregar el “salario rosa”, cosechó toda clase de cuestionamientos.
Y cuando se inició la entrega de ese recurso destinado a las amas de casa, fue peor. Se criticó todo, pasando por el monto y la forma.
Pero al paso del tiempo, ahora que están en su apogeo las campañas electorales en la Ciudad de México —sin ir más lejos—, los candidatos de casi todos los signos políticos ofrecen un salario rosa o su equivalente. Ya sea para las jefas, las amas de casa o cualquiera otra de sus denominaciones.
Los mismos partidos y personajes políticos —como la señora Barrales— que cuestionaban la propuesta del priista Alfredo Del Mazo, son los que hoy ofrecen, sin ambages, dotar de recursos a las amas de casa sólo por ser amas de casa.
¿Dónde quedó la congruencia?
¿Dónde están los acres críticos del salario rosa?
Como lo hemos visto a lo largo de las canpañas electorales que están en marcha, tal parece que en temporada electoral la congruencia se olvida y a los críticos les da amnesia. De los políticos en campaña ni hablo, porque en lo único en lo que son congruentes es que en buscan el poder a toda costa. Y en que creen que en la guerra y en la política todo se vale… incluso mentir con absoluto descaro.
