Ya que se aproximan las vacaciones de primavera o Semana Santa las personas con mayor poder adquisitivo se preparan para ir a las playas, Tierra Santa, Estados Unidos y otros países paradisíacos, vibrantes o de naturaleza salvaje.
En tanto, las personas de clase media que logran viajar con presupuestos más ajustados, aprovecharán las ofertas y acudirán a balnearios o centros recreativos, principalmente del interior del estado de México. El resto, los menos pudientes, se quedarán en casa. Pero atención, si no irás a ningún lugar por falta de dinero, esto no es motivo para frustrarse o entristecerse. En lugar de enfocarse en lo que no se puede hacer, es importante tener en cuenta las oportunidades que se hay cerca, como pasar tiempo con la familia, o simplemente relajarse en casa. Desde luego acudir a los eventos locales que serán las procesiones y actos religiosos.
Otras opciones son crear un spa con velas aromáticas, mascarillas caseras y cremas exfoliantes. También puedes desconectarte digitalmente leyendo un libro, hacer ejercicio o cocinar algo delicioso. Y si en casa hay niños, lo ideal es que hagan manualidades como pintar, dibujar, origami, que aprendan sobre jardinería plantando flores o hierbas en macetas, armen rompecabezas, construyan con bloques y disfruten de los días por temas para que estén emocionados.
El punto es que actúes como si estuvieras fuera. Que disfrutes las pequeñas alegrías de la vida ya que salir de vacaciones no define tu valor o felicidad.