Salud integral, de cara a la posible extensión del semáforo rojo

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El secretario de Salud del Estado Libre y Soberano de México, Gabriel O’Shea Cuevas, ha tenido a bien avisarnos que es posible que el semáforo rojo de Covid-19 se prolongue.

¿La razón? El elevado porcentaje de ocupación hospitalaria, que en el momento en que pergeño esta media plana es de 82 por ciento.

Que no es gratuito, desde luego. Los pacientes en los hospitales no brotaron por generación espontánea. Factores como la temporada otoño-invierno, las reuniones, la dinámica comercial, el temor perdido a la pandemia, el relajamiento de las normas de seguridad sanitaria y un largo etcétera inciden en el aumento de enfermos de Covid-19 que han saturado los hospitales de la mayor parte del valle de México y tienen al borde del colapso a los hospitales del valle de Toluca.

Los consultorios de farmacias pletóricos y las extensas filas en los establecimientos donde se expenden tanques de oxígeno, pueden ser otra cara de la misma moneda: la pandemia, en su estado menos agresivo.

Las restricciones a la movilidad han causado un profundo impacto económico. La Cámara Nacional de Comercio de Toluca, que encabeza Juan Felipe Chemor, calcula que las ventas en 2020 fueron 70 por ciento menores a las de 2019. Las pérdidas se cifran en 37 mil millones de pesos.

La pérdida de empleos ha significado que la población se empobrezca. El Banco de Alimentos del Estado de México, que dirige Alberto Canul Juárez, calcula que 4 millones de mexiquenses ya se encuentran en el rango de pobreza alimentaria, gracias a la pandemia.

Son datos desesperanzadores. Que sumados al semáforo en rojo intenso en el que vivimos y la expectativa de que se prolongue una semana más, pueden afectar la salud mental —con excepción de los que ya la tenemos perfectamente perjudicada y damos muestra de ello cotidianamente—. Además, es temporada del trastorno afectivo estacional, también conocido como depresión de invierno. O “spleen”, como decían los lores ingleses del siglo antepasado.

Equilibrar la salud física y la mental es una tarea compleja. El bienestar emocional suele ser un componente significativo del bienestar orgánico. Y se consigue de diversas maneras. Una de ellas, mediante la práctica del deporte, el ejercicio y la convivencia familiar. De hecho, la Secretaría de Salud señaló que la pandemia de Covid-19 puede generar la depresión estacional, de modo que recomendó acciones que permitan disminuir el estrés aparejado con el confinamiento, así como establecer una rutina de ejercicios.

Paralelamente, la Asociación de Gerentes y Administradores de Clubes —con varios asociados en el estado de México— ha solicitado que a los clubes deportivos se les considere una actividad esencial, al tratarse de espacios en los que se desarrollan actividades al aire libre para todas las edades y se practica la integración familiar, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, además de operar en condiciones de seguridad, higiene y salud. A diferencia de algunos antros, table dance y otros establecimientos “non sanctos” que operan a los ojos de todos, sin el menor respeto por las condiciones de seguridad sanitaria —ni por la autoridad—.

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