Desde el pasado 23 de marzo el santuario del Señor de Chalma permanece cerrado, a pesar de que las autoridades indicaron que, con el cambio de color en el semáforo epidemiológico, las iglesias podrían abrir sus puertas con el 30 por ciento de aforo.
Comerciantes, relatan que desde hace 15 días comenzaron a instalar de nueva cuenta sus productos, pan, imágenes religiosas, dulces y comida; sin embargo, hay quien apenas vende 100 pesos al día, pues al estar cerrado el santuario son pocos los fieles que arriban al lugar.
Esta situación ha generado que muchos comerciantes migren su vocación comercial, uno de ellos Don Abraham, quien vende papas frente al atrio y ante el cierre del lugar asegura que se ha tenido que rentar como jornalero en el campo o de albañil para comer frijoles con sopa de pasta.
Agrega que confían en que sea para noviembre o diciembre que el santuario abra sus puertas, de lo contrario tendrían que dejar de vender sus productos en las inmediaciones del santuario, para poder vivir.
Así como él Don Pablo, quien toma fotografías desde hace 30 años en el atrio se ha visto afectado por la pandemia de Covid-19; explica que al día toma por mucho, tres fotografías, lo que le ha generado daños importantes a su economía.
Relata que al tener más de 60 años es difícil que alguien le de trabajo en el campo o como albañil, por lo que su única fuente de ingresos depende al 100 por ciento de la apertura del atrio.