Para lograr la participación activa de los jóvenes en la vida nacional, se requiere que autoridades y sociedad en general respeten su forma de pensar, no los etiqueten y dejen que desarrollen sus habilidades, ya que este sector no es indiferente a la actividad política, social y cultural, sólo tiene una forma particular de pensar, señaló Norma Karen Alba Alanís, Integrante del Consejo Ciudadano para la Prevención y Eliminación de la Discriminación.

Los adultos no deben ver a la juventud como una etapa pasajera o algo que se debe “curar”, sino aprovechar sus aportaciones, respetar sus pensamientos, acciones y propuestas, dejar atrás el tabú de decir “se le va pasar” y considerar sus puntos de vista sin criticar o etiquetar, dijo la también académica universitaria.
Alba Alanís reconoció que a diferencia de lo que pudiera pensarse, ellos están interesados en participar de la vida política, social y cultural del país, pero desde su perspectiva. Aunque tal vez sus acciones no son tan visibles, desde su campo de acción hacen propuestas a diversas problemáticas que los aquejan, sólo es cuestión que los adultos escuchen y pongan atención para atender a ese sector de la población.