Pese a la pandemia de COVID-19 y la inflación, las mulas de Corpus Christi, sobreviven en el municipio de Toluca.
Su venta, persiste en las inmediaciones de la Catedral de Toluca, donde mujeres y hombres ofrecen este peculiar artículo, característico de la conmemoración del Jueves de Corpus.
Se trata de una fiesta de la Iglesia Católica destinada a venerar la eucaristía; en donde las mulas se regalan como una muestra de cariño, pero también para agradecer la buena cosecha.
En este año, los precios fueron de los 5 hasta los 50 pesos , y de esto dependió el tamaño y la forma.
Todas son elaboradas con hojas de maíz, hilo, palitos de madera y pequeñas figuras de barro, y canastas de palma.
Hasta el centro de Toluca, arribaron decenas de fieles católicos, para ser parte de la tradición y llevar a los más pequeños vestidos de «inditos».
Esto como u a forma de honrar a los indígenas de la Colonia que cargaban sobre su espalda guacales con frutas y flores, ofrendas al Santísimo Sacramento.