Para que un país alcance un desarrollo sostenible, debe disminuir la desigualdad y brecha de inequidad de sus poblaciones indígenas, afirmó Guillermo Bali Chávez, subdirector de Estadística e Indicadores de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos indígenas, al participar en un foro realizado en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Explicó que el gran reto actual, es lograrlo sin perder la identidad cultural y sobre todo, reducir indicadores como la falta de educación, bajos ingresos o viviendas sin drenaje, entre otros factores que reflejan la desigualdad que les afecta.
Tras señalar que la extinción de una lengua, es la pérdida de toda una cultura, expuso que en el país hay más de 7 millones de hablantes de lenguas originarias, cifra que aumenta hasta 12 millones si se toman en cuenta los hogares donde al menos el jefe de familia, la cónyuge o alguno de los padres la practica y a 25 millones si se considera la Encuesta Intercensal, en la que uno de cada cinco mexicanos manifestótener ese origen.
Indicó que para cualquier gobierno es importante conocer la situación de su población para enfocar y tener éxito en la aplicación de recursos y políticas públicas, con lo cual, independientemente de su tamaño, cada uno de los 68 pueblos indígenas de México, desde los que cuentan con 300 miembros hasta los de más de dos y medio millones, deben ser atendidos y visibilizados.
Por su parte, la secretaria general de la Codhem, María del Rosario Mejía Ayala, afirmó que los pueblos originarios y todos sus integrantes son parte integral de la historia que une a la sociedad, representan el presente y son la esperanza del futuro, por lo cual se debe garantizar una efectiva esfera de protección a sus derechos, sin distinción y de conformidad con los estándares internacionales.
Dijo que la Defensoría de Habitantes trabaja en su misión de velar por el respeto a su dignidad, al promover la obligación del Estado de garantizar su atención y participación efectiva.