El Tren Interurbano México-Toluca es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de México en los últimos años.
También es uno de los más prolongados porque acumula una década en proceso deconstrucción, a pesar de que se iniciaron sus operaciones en el valle de Toluca hace 10 meses.
La fecha para su conclusión es desconocida. Pero la conexión entre toluca y la zona comercial, educativa y de oficinas de Santa Fe está prevista para agosto próximo, un mes antes de que termine el gobierno del presidente López Obrador.
Sin duda, cuando se pueda viajar entre las ciudades de Toluca y México va a facilitar la movilidad de miles de pasajeros diarios, ofreciendo una alternativa rápida y eficiente al transporte por carretera, que suele estar congestionado y afectado por el tráfico.
En este sexenio no desaparecieron los retrasos en la construcción, tampoco los incrementos en el presupuesto y los desafíos técnicos.
Cuando sea posible viajar hasta Santa Fe, el Tren México-Toluca representará un paso importante hacia la modernización del transporte público en la región, aliviando el tráfico y ofreciendo una alternativa sostenible y rápida para miles de viajeros diarios. En el valle de Toluca prevalece, por lo pronto, el reto de definir rutas alimentadoras y el orden en las estaciones.