Hoy se celebra el Día de la Candelaria; el cual es considerado como el fin de las celebraciones navideñas en la Iglesia Católica.

De acuerdo con investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, esta festividad “Es un sincretismo con ritos prehispánicos, convirtiéndose en una festividad compleja, pues en su esencia también se fusionan la fe hebrea, la cristiana, e incluso, cultos paganos provenientes de la Isla de Tenerife, en las Canarias”.
La historia cuenta que de acuerdo con la Ley de Moisés, a los 40 días del nacimiento de un niño, los judíos debían presentar a sus primogénitos en el templo, y sacrificar conforme sus posibilidades un cordero o un par de palomas blancas. Jesucristo, al ser judío, también fue presentado por sus padres el 2 de febrero, cuando se cumplió el periodo de cuarentena. Es por esta razón que los fieles católicos llevan sus figuras del Niño Dios a bendecir; siendo México el único país en hacerlo de esta forma.
Sin embargo, investigadores aseguran que, al igual como pasa con otras tradiciones, el Día de la Candelaria fue una celebración instaurada por los evangelizadores aprovechando algunas similitudes cronológicas y de otras costumbres que los pobladores ya practicaban mucho antes de la colonización.
De acuerdo a las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún, el pueblo mexica practicaba una ceremonia en el que rendían culto a los tlaloques, ayudantes del Tláloc, Dios de la Lluvia, para tener lluvias y así también tener buenas cosechas. El ritual consistía en llevar a niños vestidos de gala al Monte Tláloc y una vez ahí hacían llorar a los pequeños para garantizar abundantes lluvias. Esta práctica la aprovecharían los evangelizadores para cambiar el relato y adaptarlo a la tradición que ahora conocemos.
La tradición de comer tamales para celebrar el Día de la Candelaria está relacionado con los pueblos originarios y es que cada 2 de febrero diversos grupos indígenas realizan diversos rituales para bendecir las semillas que serán utilizadas en la próxima siembra; tal es el caso de la comunidad purépecha. Siendo el tamal un alimento elaborado a base de maíz, se convirtió en el representante de la festividad.
En muchos países este día se celebra la Fiesta de las Candelas o Fiesta de las Luces en honor a la virgen que apareció en Tenerife, España, en 1932. La imagen que apareció en ese lugar cargaba en el brazo derecho al Niño Jesús y en la mano izquierda portaba una vela.
En México, son muchos los lugares en los que el Día de la Candelaria es una gran celebración. Por ejemplo; la comunidad de Huajicori, Nayarit, en donde la fiesta inicia desde el 24 de enero y culmina el 3 de febrero, se venera a la Virgen de la Candelaria o Nuestra Señora de Huajicori. A lo largo de esos días, los pobladores sacan a la virgen por las mañanas para dejarla en uno de los nueve barrios en los que se divide el poblado y por las tardes la regresan a la iglesia. Esta festividad reúne a miles de personas; tanto locales como turistas. Se calcula que esta festividad reúne a cien mil personas.
Otra de las celebraciones más grandes del Día de la Candelaria es la de Tlacotalpan, Veracruz en donde cada 2 de febrero los habitantes realizan un recorrido con la figura de la virgen hasta llegar al muelle. En este paseo participan músicos, principalmente jaraneros, las calles son adornadas con flores y las personas asisten portando trajes típicos de aquella región. Esta festividad se ha convertido en una de las más famosas del estado de Veracruz. Sin embargo, todas las celebraciones este año han quedado cancelas debido a la contingencia sanitaria.