Sin bolsas de plástico

0
45

¿Te acuerdas o imaginas cómo era el mundo sin bolsas de plástico? Pues sencillo. La gente se las ingeniaba para cargar las compras usando recipientes de casa, luego usó bolsas de tela y canastos de mimbre o ratán que eran materiales más duraderos y menos dañinos para el medio ambiente. Pero hoy en día optamos por las bolsas de plástico para llevar productos de tianguis, tiendas, supermercados y establecimientos comerciales; recurrimos a estas para empaquetar y almacenar alimentos, ropa, juguetes, productos electrónicos y recoger residuos, tanto en entornos domésticos como industriales.

Nos hemos acostumbrado a utilizar bolsas de plástico ya que nos parecen ligeras y fáciles de transportar; suelen ser duraderas, resistentes al agua, más económicas y prácticas para limpiar. Esto ha hecho que no reparemos en el impacto ambiental en uso de recursos naturales y la forma de desecharlas. De hecho, hay a quienes no les importa pensar en esto. Se ha vuelto pues un tema de comodidad, conveniencia y de hábito.

Nos falta sensibilizarnos y actuar frente a la cantidad que usamos y desechamos cada año, a las imágenes y videos que ilustran el impacto en la vida marina, la contaminación de océanos y playas; a las historias personales o testimonios de comunidades afectadas por la contaminación plástica; a las campañas en medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales e instituciones educativas.

Cada bolsa de plástico que evitamos contribuye a preservar la vida marina y a mantener nuestros ecosistemas libres de contaminación.

Comentarios

comentarios