La desinformación es la manipulación informativa que no implica necesariamente información falsa, pero sí datos manipulados con publicidad encubierta. Se trata de publicaciones que tienen en común el objetivo de compartir el miedo, aseguró la estudiante de la Maestría en Estudios Visuales de la Universidad Autónoma del Estado de México, Glenda Torrado Rodríguez.
La alumna de la Facultad de Artes expresó que desde el inicio de la pandemia la diferencia entre lo real y lo simulado es ambigua, por la enorme cantidad de datos, notas y estudios que han surgido alrededor de la enfermedad. Abundó que es fundamental analizar las razones por las cuales se criminaliza a las redes sociales de desinformar y no a los medios tradicionales.
Al dictar la conferencia en línea “Nuevos medios/nuevos miedos: afectividades de la información sobre el coronavirus”, indicó que al atacar solo a las redes sociales se vulneran las libertades fundamentales de expresión y el acceso a la información.
Por otro lado, mencionó que el cómic es uno de los recursos surgidos para hacer frente a la desinformación. Estos, dijo, tienen la particularidad de estar dirigidos a niños o adultos; además, tienden a mostrar la enfermedad desde un punto de vista reflexivo y comprensivo.
“El dibujo sirve para documentar, pero también para transitar hacia figuras retóricas poéticas”; además, manifestó, las historias pueden generar una distancia crítica de los medios informativos.
Asimismo, Glenda Torrado Rodríguez apuntó que uno de los aspectos constitutivos del cómic radica en que no se ocupan de la teoría y sí de la experiencia inmediata, la cual ayuda a ser más empáticos con los efectos que ha causado la enfermedad en el mundo.
Consideró que no ha habido esfuerzos suficientes para generar una comunicación visual de la propagación y efectos del virus. “No ha habido una representación del sufrimiento individual de la enfermedad. El virus no discrimina, desnuda jerarquizaciones y muestra al explotado como lo esencial de la cadena de producción”.