Hoy terminan las clases en la Universidad Autónoma del Estado de México si bien seguirán las evaluaciones finales, exámenes extraordinarios y títulos de suficiencia para regresar a las aulas hasta el 4 de febrero de 2025. A partir de la próxima semana los profesores de la máxima casa de estudios tienen un rol principal al calificar los aprendizajes de los alumnos mediante criterios claros y comprensibles y con retroalimentación constructiva.
Atrás deben quedar las decisiones arbitrarias y demás actitudes despectivas, arrogantes y de superioridad a la hora de asignar una calificación pues sigue habiendo profesores que se sienten con la titularidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por otro lado, existen profesores que no obstante que estamos en el siglo XXI y con internet continúan comportándose como los dueños del conocimiento; que por haber ocupado cargos directivos universitarios pueden disponer como les venga en gana o que al tener un doctorado sus maneras se justifican.
La evaluación de hoy en día es con un enfoque integral y la idea de los profesores es que sean facilitadores del aprendizaje, guías y mentores, promotores de la autonomía y el pensamiento crítico de los alumnos, usuarios de las nuevas tecnologías y creadores de ambientes inclusivos y seguros. La soberbia del profesorado solo deviene en desmotivación estudiantil y ambiente hostil.