Personal de la Secretaría de Seguridad (SS) aprehendió a un repartidor de alimentos que reportó el robo de más de una tonelada de carne frías, lácteos y dinero en efectivo; sin embargo, terminó por admitir que el producto lo tenía en su domicilio.
Policías Estatales realizaban sus recorridos habituales, en el marco del Operativo Langosta, cuando fueron requeridos por el representante legal de la empresa afectada, debido a que el conductor de la unidad reportó casi dos horas después de que inició su horario de entregas que las cerraduras del vehículo habían sido forzadas y que parte de la mercancía había sido sustraída.
La camioneta y el conductor fueron localizados en calles de la colonia Emiliano Zapata, en Tenancingo; inicialmente, el empleado argumentó que varios productos le fueron robados, pero cuando se le preguntó por el dinero obtenido durante esas dos horas de la jornada laboral cayó en contradicciones y admitió que solo tenía 20 mil de los 56 mil pesos programados por las entregas.
Ricardo “N”, de 33 años de edad, terminó por reconocer su culpabilidad y solicitó que se le permitiera sacar de su domicilio, en la misma colonia Emiliano Zapata, la tonelada 357 kilogramos de carnes frías reportadas como robadas y con un valor comercial de aproximadamente 75 mil pesos.
Al repartidor de alimentos se le dieron a conocer los motivos de su aprehensión y los derechos que la ley le confiere, antes de ser trasladado a la Agencia del Ministerio Público de Tenancingo, donde se inició Carpeta de Investigación por los probables delitos de robo y abuso de confianza.
