Con el apagón analógico en el país, casi 40 millones de televisiones análogas dejaron de funcionar convirtiéndose en basura que podría generar un gran daño ambiental de no hacerlo adecuadamente.
Las televisiones convencionales tienen como pantalla un cinescopio que es de los contaminantes más peligrosos para el medio ambiente porque contiene sílice, cuarzo y pinturas con recubrimientos de estroncio.
El especialista en manejo y reciclado de componentes metálicos de equipos eléctricos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Alfredo Flores Valdés, sugiere que en estos casos debe triturarse completamente el cinescopio, depositar las partículas en un terreno apropiado y cubrirlas con capas de arena para después taparlos en su totalidad.
Indicó que los basureros a los que lleguen los televisores deben tener la capacidad de reciclar los diversos componentes, pero existen otros que requieren disponerse en rellenos sanitarios para evitar problemas ecológicos.
En cuanto a los otros componentes de los televisores, asegura que muchos de ellos pueden reciclarse con facilidad, e incluso podrían dar paso a un negocio redituable, como el cobre, que tiene un valor cercano a los cien pesos por kilogramo en el mercado del reciclado.
