Espejos laterales, faros, parrillas, tapones, pero también computadoras, baterías y rines son las autopartes más robadas en el Estado de México de acuerdo con el reporte de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros.
Tlalnepantla, Naucalpan y Cuautitlán Izcalli son los municipios en donde la incidencia es mayor, la mayor parte de los casos cuando el propietario no se encuentra en el vehículo, es decir, se trata de robos, fugaces y sin violencia.
El costo puede ir desde los 2 mil hasta los 30 mil pesos, dependiendo de la pieza sustraída lo que afecta de manera significativa el patrimonio de los propietarios al tener que hacer gastos extraordinarios para garantizar el funcionamiento de los vehículos.
Martín Domínguez, titular de la Dirección de robo de vehículos de la Secretaría, de seguridad en la entidad, señaló que está se está haciendo una estrategia de identificación, localización y recuperación de vehículos de la mano de la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (Ocra) con el objetivo de poder acelerar el proceso de devolución de las piezas confiscadas a sus propietarios, pero sobre todo de trazar las líneas para conocer el modus, operandi, horarios y zonas de mayor incidencia.
“Lo que buscamos es poder hacer operaciones quirúrgicas que nos permitan inhibir, neutralizar y contrarrestar la delincuencia”
El objetivo es además generar una cadena de contactos y estrategia que permita atender la problemática desde diferentes puntos.
De acuerdo con el secretariado ejecutivo de Seguridad el delito de robo de autopartes ha tenido un disminución menor al 1% a lo largo del último año.