Bajo el sonido melancólico de las cornetas de la banda de guerra que interpretaba el toque de silencio y en cumplimiento del Artículo 54 Bis de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, el presidente municipal, Raciel Pérez Cruz, encabezó la Ceremonia de Incineración de nuestro Lábaro Patrio y el abanderamiento de 30 escoltas de diferentes escuelas del municipio de Tlanepantla.
Al conmemorarse el Día de la Bandera, cada año, se realiza una ceremonia de despedida con honor de la misma, como lo establece la Ley referida: “Cuando se requiera destruir alguna réplica de la Bandera Nacional, se hará mediante la incineración, en acto respetuoso y solemne, de conformidad con las especificaciones que el reglamento correspondiente determine”.
Momentos previos a la incineración, se izó el nuevo Lábaro Patrio que ondeará durante todo el año en la plaza cívica Doctor Gustavo Baz Prada. Posteriormente, el maestro de ceremonias explicó a los asistentes que “las cenizas de esta bandera deben ser resguardadas o enterradas como un simbolismo de regreso a las entrañas de la Patria; la Bandera Nacional es un objeto sagrado que incinerado y transformado en polvo, vuelve a sus orígenes” señaló.
Más adelante, se abanderó a las escoltas de distintas instituciones educativas, a las que el presidente municipal, tomó protesta.
Por su parte, la séptima regidora, María de Lourdes Curiel Rocha, hizo un recuento de la historia de la Bandera Nacional e invitó a los ciudadanos a «sentirse orgullosos de ser mexicanos, de ser de una nación pluricultural y siempre tener en nuestros corazones a nuestro Lábaro Patrio que representa nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro».