Se esfumaron

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El 18 de abril se conmemoró el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, que  tiene el objetivo de resaltar la importancia del patrimonio cultural, así como la diversidad y los esfuerzos para su conservación y promoción.

El tema viene a colación porque en estos días, abril de 2018, en esta ciudad de Toluca empezaron a “desaparecer” estatuas, monumentos, placas, bustos y otros elementos de identidad y patrimonio público del estado.

El busto dedicado a Jesús Reyes Heroles, cerca del parque Alameda 2000, se hizo humo de la noche a la mañana. Parte del conjunto escultórico dedicado a la Madre Teresa de Calcuta también desapareció. La estatua dedicada a Son Juana Inés de la Cruz, en la colonia Sánchez, se desvaneció.

Y con ellas, placas de bronce y bustos en varios puntos de la ciudad también se disiparon.

No han vuelto a aparecer. No los abdujo un ovni ni vino el mago David Copperfield a hacer de las suyas. Simplemente, se los robaron.

Según recuerda el arriba firmante, una persona fue detenida y acusada de haberse robado todas las estatuas, monumentos, placas y bustos. Recuerdo que fue detenido en Ixtapan de la Sal donde estaba cometiendo otro de sus hurtos majestuosos.

Y ya. Fin de la historia. De los robos, quiero decir, que efectivamente se detuvieron hasta que en 2021 se esfumó otra estatua en el parque Fidel Negrete en la colonia Azteca.

La historia que corresponde al patrimonio cultural es otra. El delito —o la desaparición, como mis cuatro lectores prefieran— ocurrió, y las esculturas no han sido sustituidas por otras y mucho menos repuestas. Lo que tenemos hoy son espacios vacíos y párale de contar. Si hacemos un ejercicio de imaginación, con algo de lógica, lo robado debe haber sido fundido y vendido por kilo… o adorna algún jardín en alguna residencia de “buen gusto” y mucho “interés histórico”, porque siempre cabe esa posibilidad.

En el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, poco podemos presumir de esfuerzos para su conservación y promoción. Lo digo en plural porque se trata de un asunto social: el patrimonio no es propiedad del gobierno, sino de la población, pero la neta es que no lo cuidamos porque no lo conocemos.

Una decena de bustos, placas y monumentos desaparecieron en Toluca hace un lustro. La prueba de que el tema nos viene guango es que han pasado tres administraciones municipales sin que haya un esfuerzo por su reposición. Tampoco ha sido asunto de interés del gobierno estatal, más allá de sus atribuciones de investigación penal.

Aunque se trata de un lugar común, en este tema puedo decir que todos perdimos.

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