Ahora que las autoridades tienen varias calles en la ciudad en proceso de pavimentación desde hace días, semanas o meses, viene a la mente la idea de que esperan que se les reconozca que están trabajando, que invierten los recursos públicos en obras y que por lo mismo se debe votar a su favor en las próximas elecciones a la gubernatura del 4 de junio.
Sin embargo, es obligación de cualquier autoridad trabajar y llevar a cabo obras y, lo de ganar votos ya no es como antes pues la gente tiene otros criterios para emitir su sufragio. Algunos de estos son la reputación o trayectoria e integridad de la persona o candidato; el partido político al que pertenece y que no puede desligarse de sus prácticas; las propuestas que permiten conocer el nivel del intelecto del aspirante al cargo público; los compromisos que se adquieran con la ciudadanía durante la campaña; la experiencia en el servicio público de quien compite y la transparencia con que se conduce, en términos de su patrimonio e intereses.
Así que, si lo que están esperando es hacer tiempo para que las calles luzcan recién pavimentadas en junio lo único que están consiguiendo es la molestia de la gente y pecar de ingenuidad.