La detención del ex alcalde de Toluca, Raymundo Martínez, o Raymundo ene, como prefieren identificarlo oficialmente, no cierra un capítulo oprobioso para la capital del estado de México. Por el contrario, abre apenas un proceso en el que se desarrollará la acusación por secuestro exprés que pesa sobre el exalcalde.
Y podría ser un momento propicio para que quienes fueron agraviados por su gobierno y su estilo de administrar. No son pocas las referencias de abusos y excesos. Sería momento de acudir a las instancias correspondientes y presentar las querellas.
Porque Toluca quedó lastimada. La administración que hasta noviembre encabezó Raymundo Martínez causó decepción. Mostró un afán negativo para la ciudad, su población, sus empresas, empresarios y hasta para la clase política.
No es casual que la ciudad empezara a cambiar de cara con la llegada de otro hombre al gobierno.
Tampoco es casual que Toluca necesite un perfil joven, que esté comprometida o comprometido con las causas sociales, que haya hecho visible y palpable su compromiso con una agenda de desarrollo y de vanguardia. Las decisiones y las elecciones están a la vuelta de la esquina.
