El agua de limón aporta una gran cantidad de vitamina C, mejora la cicatrización y la función del sistema inmunitario, por lo que es una bebida ideal para la época de calor.
Científicos de la Clínica Cleveland en Ohio, Estados Unidos, revelan que la limonada tiene una gran capacidad antioxidante, lo que ayuda a neutralizar sustancias cancerígenas como las nitrosaminas.
Los resultados del estudio señalan que además de evitar la deshidratación, la limonada casera aporta ácidos al estómago lo que promueve una buena digestión, proporciona potasio que es un mineral necesario para la comunicación nerviosa muscular y su citrato ayuda a prevenir los cálculos renales.
Aunado a estos beneficios, el ácido cítrico y el ácido ascórbico que contienen los limones ayudan a equilibrar la alcalinización de la sangre, proceso que es importante debido a que las enfermedades se producen cuando el pH del cuerpo está alterado.
