Hoy es Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y esta ha sido una de las ocupaciones más antiguas que tiene su origen en la esclavitud y otras formas de servidumbre. Hacia las trabajadoras se genera discriminación en función de su origen y algunas expresiones comunes son burlas, sometimiento a trabajos pesados, malos tratos e insultos.
Además, el trabajo doméstico es, en general, mal pagado; en el mejor de los casos se ganan dos salarios mínimos. Asimismo, 91 por ciento de las empleadas no cuenta con un contrato laboral y seis por ciento labora los siete días de la semana, lo que significa que no tienen días de descanso.
Actualmente se calcula que en el país hay dos millones 200 mil personas se dedican al trabajo en el hogar y su función consiste en hacer el aseo de la casa y preparar comida y hay quienes prestan sus servicios del cuidado de otras personas, incluyendo menores, adultos mayores o personas enfermas.
En este día, como en el resto de los días debemos insistir en que el trabajo en el hogar es un empleo y por lo tanto, debe ser digno.