Las artesanas y artesanos mexiquenses se distinguen por ser creadoras de arte, de piezas de cuidadosa manufactura que conjugan lo intangible y lo tangible, creando objetos reconocibles en todo el mundo que despiertan sensaciones.
Así, inspirados en las costumbres y creencias de la región, las y los artesanos que se dedican a la transformación del vidrio han sabido innovar los productos en formas, colores, tamaños y utilidad; dando vida a nuevos y de calidad que beneficiarían a la sociedad.
El vidrio ha formado parte de la tradición mexiquense a lo largo de los años y en la actualidad distintos municipios son representativos en su elaboración, como Zinacantepec, El Oro, Otumba, Chalco, Texcoco, Teotihuacán, Temascalcingo, Zumpango, Temascalapa, Axapusco y Nezahualcóyotl.
Según la región, se utilizan distintos métodos y destaca el vidrio soplado, el vidrio estirado o incluso los vitrales, recreando de esta manera maravillosos diseños para cualquier tipo de ocasión.
Para ser más precisos, la elaboración del vidrio estirado consiste en calentar varillas sólidas para poco a poco ir moldeando la figura deseada, mediante un proceso de elaboración complejo debido al calor que emana el soplete.
Por esta razón no hay cabida para el error, el vidrio es un material muy delicado y, por ende, es necesario ser preciso en el manejo ya que podría agrietarse y ya no sería funcional.
Generalmente, las y los artesanos que trabajan este tipo de material comienzan con obras muy pequeñas, hasta ir escalando para llegar a una pieza más definida, con mayores toques y así creando una artesanía en excelentes condiciones.
La técnica del vidrio soplado requiere de un trabajo preciso y continuo para su ejecución, y es utilizada para la creación de diferentes artesanías, que van desde esferas hasta jarrones de distintos tamaños. La dificultad de estas artesanías consiste en la rapidez con la cual el material tiene que ser tratado.
Algunas de las subramas que tiene la rama de vidrio en la entidad son los vitrales, los cuales ha existido durante décadas y consisten en el corte de distintas piezas de vidrio, generalmente de distintos colores, los cuales se ensamblan o encastran en varillas de plomo siendo un trabajo muy meticuloso, con el cual se debe tener la experiencia necesaria para poder crear las formas precisas con el vidrio.
El Instituto de Investigación y Fomento a las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) invita a consumir lo hecho en la entidad, a través de sus Tiendas de Artesanías “Casart” y poder obsequiar una figura de vidrio desde una rosa de cristal, un carrusel, una bailarina de ballet, diversas piezas.