Aunado al problema de baches que tenemos en Toluca está el del tráfico. Existió en principio una mala planeación de esta ciudad capital porque no se visualizó que tendría un gran crecimiento y en ello las calles son estrechas y no hay suficiente distanciamiento entre zonas residenciales, comercios y oficinas. Por otro lado se halla la gran cantidad de vehículos en circulación que satura las vías y provoca atascamientos, especialmente en horas pico. Asimismo, una mención especial la merece el transporte público que es deficiente y desordenado e impacta en el avance de vehículos.
En más de ello, tenemos a las condiciones climáticas actuales en las que la lluvia ralentiza el tráfico y además aumenta el riesgo de accidentes. Y sí, no faltan las obras que el gobierno municipal o estatal realizan en esta temporada y que causan cierres temporales y desvío de la circulación.
Tenemos que encontrar soluciones a nuestro problema y una de ellas tendría que ser contar con un transporte público sustentable y coordinado que nos haga bajarnos de nuestro automóvil; por otra parte, recurrir a sistemas de semáforos inteligentes que se adapten en tiempo real a las condiciones de tráfico. El tránsito vehicular afecta a la salud física y mental de los habitantes por el estrés, fatiga y ansiedad. Una solución efectiva al tráfico fomenta una mayor productividad en general y bienestar en la vida cotidiana de los ciudadanos.