Si estás transitando en carretera o lo vas a hacer, ten en cuenta que, ante el aumento del flujo de vehículos, los conductores tienden a exceder los límites de velocidad, lo que aumenta el registro y gravedad de accidentes y que por lo mismo, existe menos tiempo para reaccionar ante imprevistos.
Otra cosa que es común se refiere a la mezcla de vehículos ligeros y pesados que genera situaciones de rebase peligrosas.
Piensa que un accidente resulta en lesiones físicas severas desde fracturas a daños en los órganos internos; que puedes morir o, si sobrevives experimentarías consecuencias físicas y trastornos como el estrés postraumático, depresión y ansiedad, afectando su calidad de vida y bienestar emocional, además de las pérdidas económicas debido a costos médicos y la incapacidad para trabajar.
Corresponde pues planear la ruta con anticipación y consultar el clima y el tráfico; revisar tu vehículo para que frenos, neumáticos, luces y niveles de líquidos estén en buen estado; procura dormir lo suficiente antes de viajar y hacer paradas cada dos horas para evitar la fatiga. Lo básico que ya sabes es usar el cinturón de seguridad, al igual todos los pasajeros, y no usar el teléfono celular ni conducir bajo la influencia de alcohol o drogas. Estos días son de mucho aforo vehicular y manejar una unidad es una gran responsabilidad; cada decisión cuenta y marca la diferencia entre un viaje seguro y un accidente.