Durante el último año, expertos de la Licenciatura en Terapia Ocupacional de la Universidad Autónoma del Estado de México colaboraron con la Secretaría de Movilidad del gobierno de la entidad, mediante la realización de más de 300 evaluaciones funcionales, como parte de los exámenes para determinar la aptitud física de los aspirantes a conducir vehículos automotores.
El coordinador de dicha licenciatura, que ofrece la Facultad de Medicina de la UAEM, Arturo Martínez Cosme, detalló que la principal función de este espacio universitario es analizar de manera exhaustiva cada movimiento que realizan los aspirantes a chofer o personas que sufrieron de alguna incapacidad laboral, a fin de reintegrarlos a sus actividades.
El servidor universitario explicó que la Facultad de Medicina cuenta con un aparato isocinético VTE, conocido como evaluador funcional, el cual mide con mayor precisión aspectos como la fuerza, la resistencia, el uso de las habilidades para manejar e, incluso, tiene un simulador de volante.
Con el uso de este equipo, indicó, alumnos, pasantes y docentes de la UAEM pueden dividir cualquier actividad física en componentes mínimos que permitan analizar la habilidad motriz de los pacientes. “Este instrumento es de suma importancia también en el campo de la rehabilitación”.
Arturo Martínez Cosme puntualizó que el empleo del evaluador funcional permite analizar actividades como las que un ama de casa realiza cotidianamente, así como tareas físicas que demandan mayor complejidad e identificar posibles lesiones para remitir a los pacientes a terapia.
