Para la remoción de contaminantes en aguas residuales, la Facultad de Química de la Universidad Autónoma del Estado de México realiza pruebas con nanopartículas, que con sus propiedades y combinadas con técnicas de adsorción tienen el potencial de resolver problemas ambientales de manera sustentable, afirmó la especialista universitaria, Edith Gutiérrez Segura.
Destacó que las nanopartículas, equivalentes a una mil millonésima parte de un metro, con propiedades ópticas, eléctricas y magnéticas diferentes a las de una partícula macroscópica, han favorecido el desarrollo de diversas áreas de aplicación ambiental, pero también farmacéutica y petroquímica, por mencionar algunas.
Junto a la adsorción, método que permite a un sólido o líquido capturar las moléculas de otro manteniéndolas en la superficie, y que es preferida por las industrias por su rapidez y practicidad en contaminantes altamente tóxicos, el uso de nanopartículas favorece la separación y concentración de contaminantes, evitando que estos sean dispersados hacia otros ecosistemas cercanos, puntualizó Gutiérrez Segura.
Los materiales nanoestructurados, explicó la investigadora de la Autónoma mexiquense, presentan grandes ventajas, debido a sus propiedades fisicoquímicas, las cuales permiten alta capacidad de adsorción, pero además, al estar disponibles sobre la superficie de materiales, por ejemplo el hierro, pueden atar gran variedad de elementos tóxicos.
La también docente de la Facultad de Química de la UAEM detalló que el mecanismo de las partículas nanoestructuradas depende de la naturaleza química de los materiales y de condiciones ambientales, como el tipo de pH del medio acuoso, la concentración del contaminante, la cantidad de adsorbente empleado y la temperatura del sistema.
Edith Gutiérrez Segura concluyó que el uso de nanopartículas es reconocido en el ámbito científico internacional con grandes expectativas, ya que sus costos iniciales son bajos, no genera subproductos tóxicos y su diseño y operación son considerados sencillos.
