Posterior a las mesas de trabajo para la iniciativa de Ley General de Aguas, de acuerdo con una publicación del diario La Verdad, Roberto Rojo, director del Planetario Sayab de Playa del Carmen informó sobre el descubrimiento de una serie de cuevas y cenotes en lo profundo del mar, a 22 kilómetros de Playa del Carmen y de donde fluye una gran cantidad de agua dulce.
Sin embargo, y de acuerdo con la publicación, también se alertó sobre lo sorprendente y a la vez aterrador del descubrimiento debido a que podría tratarse de un acuífero que nace en la parte continental a la misma profundidad con que Aguakan inyecta aguas tratadas.
“Hace unos días hubo una actividad muy importante aquí en el Planetario donde varias asociciaciones civiles se unieron para hacer una lluvia de ideas y mesas de trabajo y llevar propuestas a la capital del país para generar cambios en la Ley General de Aguas, esta actividad ya se había llevado a cabo en Campeche, Yucatán y solo faltaba Quintana Roo”, dijo el biólogo.
Aquel 19 de enero y luego de una serie de ponencias y de mesas de trabajo sobre las características geológicas de la Península de Yucatán -conformado por los Estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán-, se concluyó integrar los resultados del proyecto ciudadano para promulgar una Ley General de Aguas en el que se contemple la condición hidrológica del sur de México.
“En este evento uno de los participates fue el experto y espeleobuzo Luis Leal presentó un video y una información que nos dejó helados, que hizo que varios de nostros nos fueramos para atrás, lo que presentó Luis Leal es muy importante, él junto con su equipo han hallado me parece que a doce millas náuticas, que son alrededor de 22 kilómetros y a 70 metros de profundidad, cuevas o cenotes, donde sale una enorme cantidad de agua dulce”, expresó con sorpresa.
Agregó que se desconocía la presencia de este lugar, del que alertó lo delicado y aterrador del tema debido a que en Playa del Carmen, la empresa DHC Aguakan inyecta las aguas tratadas a esa misma profundidad, pero la existencia de este flujo de agua dulce evidencia que existe un acuífero importantísimo del que apenas se empieza a comprender.
“Esto nos lleva a comprender que no solamente estamos contaminando las aguas superficiales con la falta de drenaje, con la falta de conexión al drenaje, con toda la basura que tiramos, con todos los químicos que se transminan por la roca, con pesticidas, con fertilizantes de los campos de golf, de los hoteles, que finalmente estamos contaminando ese acuífero que se estamos viendo que se filtra al mar”, denunció.
