En las cárceles con mayor sobrepoblación del Estado de México, como 
son Neza-Bordo y Barrientos, existe un custodio por cada 80 internos, lo que rebasa con mucho lo recomendado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que establece un mínimo de 10 presos por cada uno, problema que se suma al hacinamiento, instalaciones inadecuadas, cotos de poder, tráfico de drogas, riñas y corrupción, entre otros.
Por ello, el año pasado, autoridades de Readaptación Social del Estado de México, impulsaron el programa de preliberación de reos catalogados como primo-delincuentes con el uso de brazalete electrónico: la meta era beneficiar a 60 presos, pero sólo se logró liberar a 34 a pesar de que el gobierno mexiquense invirtió 3.3 millones de pesos en este programa.
De acuerdo a la opinión de expertos, el programa de preliberación mediante el uso de brazaletes electrónicos, no alcanzó la meta establecida por la falta de agilidad en el trabajo de las distintas áreas técnicas y jurídicas encargadas de proponer y calificar a los internos que pudieran beneficiarse de este programa, que tiene como principal objetivo reducir la sobrepoblación en los 21 penales mexiquenses.
De acuerdo al Reglamento para el Otorgamiento del Beneficio de Libertad Condicionada al Sistema de Localización y Rastreo para el Estado de México, sólo pueden ser candidatos al uso de brazalete electrónico personas que han cometido un delito por primera vez, es decir ser primo delincuentes, pero además haber demostrado disciplina y buen comportamiento, esto es que no haya consumido drogas en al menos 6 meses ni haber participado en riñas.
