Con motivo de la celebración del Grito de Independencia convendría ir haciéndonos la pregunta de cuánto afecto y apego nos tenemos los mexicanos porque, si revisamos las estadísticas, seguimos siendo segregacionistas entre nosotros, empezando por el color de piel, como resultado de la Conquista.
Se ha quedado por más de 200 años la idea de que lo clarito, blanquito y güerito, y si es europeo de preferencia, debe predominar entre nosotros. Pero la realidad es que más que pensar en raza o costumbres somos la especie humana y nuestras características obedecen a las migraciones más remotas que podamos imaginar.
Es pues buen momento de replantearnos el ser mexicano y reconocernos como una nación diversa en lo étnico, cultural y lingüístico. Carlos Fuentes escribiría que el pasado está escrito en la memoria y el futuro presente en el deseo.
Escucha el comentario de Patricia Maldonado. Dale play:
