Cuando una persona padece cáncer de mama, se pueden desarrollar tumores sólidos que crecen rápidamente. Sin embargo, al crecer deprisa, los tumores no soportan tanta sangre y suelen ser hipóxicos, por lo que tienen un nivel de oxígeno más bajo que el tejido que le rodea.
Un estudio de la Universidad de Fudan, en Shanghái, ha querido sacar provecho de ese nivel bajo de oxígeno en los tumores para eliminar este compuesto completamente. Así, el tumor detendría su crecimiento.
Lo han demostrado a través de un implante que se colocaría alrededor de este tumor. El dispositivo actuaría como una batería con un electrodo de zinc que se cargaría automáticamente. De esta forma, absorbería el oxígeno del ambiente; es decir, el que se encuentra en el tumor.
Para probar estas baterías, los científicos utilizaron ratones, a los que pusieron los dispositivos alrededor del tumor. Por sí sola, descubrieron que la batería fue capaz de reducir los tumores en un 26 % de su tamaño original dos semanas después de la implantación. Además, si se combinaba con un fármaco el tumor se reducía en un 90 % en el mismo periodo de tiempo.
Sin embargo, «todavía queda un diez por ciento», señala el científico Qing Zhang. Por tanto, si una pequeña parte de las células tumorales sobreviven y son resistentes a la hipoxia, el tumor podría volver a crecer. Así que la mejor opción sería combinar este tratamiento con otras terapias para asegurarse la eliminación al 100 %.