Hoy terminaron las clases en la mayoría de las universidades privadas y públicas del estado de México y se aproximan prácticamente dos mes de vacaciones. Lo ideal es que los estudiantes tuvieran recursos o apoyos para viajar al interior del estado y país, o fuera de este, pero no hay tal, así que la alternativa es que aprovechen el tiempo para combinar descanso con su desarrollo personal. Esto es con hábitos saludables y actividad física; leyendo y estudiando, tanto de literatura general como de temas relacionados con su área de estudio; aprender nuevas habilidades a través de cursos; participar en actividades de voluntariado y proyectos sociales o realizar prácticas profesionales o pasantías.
Desde luego, están los chavos que se ponen a trabajar para pagar su próximo semestre o gastos personales.
Los universitarios tienen un impacto profundo en nuestra sociedad, la economía y el desarrollo. Y es que su formación les proporciona conocimientos especializados y habilidades como pensamiento crítico, resolución de problemas, comunicación efectiva y trabajo en equipo, que son altamente valoradas en el mercado laboral, abriendo oportunidades y fomentando el liderazgo.
Por otro lado, suelen tener mayores oportunidades de empleo, salarios más altos y mayor estabilidad laboral. Además, los universitarios contribuyen a la cohesión social, la tolerancia y la confianza en la sociedad. Son ciudadanos más conscientes, empáticos y abiertos a la diversidad cultural, lo que fortalece la democracia y la participación ciudadana. El periodo vacacional largo que inicia es una oportunidad perfecta para que los descansen pero también para crecer, plantearse nuevos retos y planear el futuro con entusiasmo.